¡ATENCIÓN!
Este blog se lee desde la primera entrada publicada hasta la más reciente, ya que es una historia contínua.
La media de entradas publicadas a la semana/mes puede variar.
Pese a la inactividad de algunas ocasiones, el blog no estará cerrado al menos que se anuncie su finalización.
Un saludo,
Sara

sábado, 4 de agosto de 2012

La telaraña púrpura /PARTE 3.1

Apago la lámpara grande y me enciendo la luz del escritorio. La nana de cuna termina y empieza otra canción. Un vals lento. No me lo puedo creer. El bicho, esta ahí. Cuando la música empieza a correr el punto negro parece que vuele sobre las notas. Parece hecho para el. Parece que sea el bicho de Ismael. El piano suena cada vez mas deprisa y el punto revolotea. Otra melodía termina, y con ella el bicho se para. Empieza a sonar de nuevo, otra diferente. Me quedo ensimismada mirando al bicho. Los bichos no bailan. Su bicho, si que baila. Ismael parece amable, empiezo a sentirme mal por haber sido tan brusca esta mañana. Me lo pienso dos veces, tres y cuatro. Voy a la cocina y cojo un vaso de cristal. Cojo papel trasparente de repostería y me vuelvo a la habitación. Hago que el círculo que ilumina el techo baje por la pared. Y como esperaba, el bicho baja con el. Cojo el vaso y con el cojo al bicho. El bicho es algo raro, solo un punto negro histérico en ese momento. Tapo el vaso con el papel. ¡Ya he capturado al bicho! No quiero que se muera, así que con el primer boli que pillo le hago algunos agujeros a la ‘tapa’. Dejo el vaso boca arriba encima del escritorio, y veo como su inquilino baila por el. Me lo pienso cinco veces, seis y siete. Me pongo unas chanclas y abro la puerta de casa. Voy con el vaso en una mano y todos los nervios en la otra. Toco la puerta del segundo A y el piano se queda en silencio. Ismael abre la puerta.

-Hola –digo rápidamente.

-¿Alma? ¿Qué haces a estas horas aquí? –ni yo lo se, no le voy a contestar a eso.

-¿Puedo pasar?

-Claro, si ahora no tienes tanta prisa como esta mañana… -me suelta con ironía.

Entro en el apartamento y Ismael enciende una luz. Me sonríe confundido. Yo estoy más. Ojala me hubiese quedado.

-Te traigo un bicho –y yo también sonrío. Y no me ve.

-¿Haber?

Y se empieza a reír.

1 comentario:

  1. La luz es para que Alma pueda ver, no? ¿O para que Ismael coja calorcito?

    PD: No pretendo ser acusica, pero este último haber es un A ver

    ResponderEliminar